FUNCIONAMIENTO
¿Cómo funciona un Cohete Espacial?
Como sabemos un cohete está formado por una estructura con un
motor de propulsión que es a reacción y a su vez tiene una carga útil, esa
estructura es útil para proteger los tanques y la carga útil.
El funcionamiento del cohete se basa específicamente en un motor
que usualmente es de propulsión a reacción así como obedeciendo la tercera ley
de Newton de Acción y Reacción.
Solo tenemos que imaginar a una cámara cerrada donde exista la
combustión de un gas y esta cámara no se moverá a ningún lado ni ninguna
dirección porque las fuerzas en las paredes se anulan.
Ahora bien si se le hace a una abertura a la cámara, pueden
ocurrir una serie de cosas, como por ejemplo que se le escapen los gases debido
a la presión que se ejerce en la paredes sin producir fuerza.
Pero en ese caso, la presión es ejercida en la parte superior de
la cámara, esta ocasionara un empuje pues no hay presión en la parte posterior,
es decir, en el lado de abajo donde se encuentra abertura.
El funcionamiento del cohete está basado en un principio
esencial en física, el de “acción y reacción” formulado por Newton en su tercera
ley del movimiento:
“Por cada
fuerza que actúa sobre un cuerpo, este realiza una fuerza igual pero de sentido
contrario sobre el cuerpo que la produjo”.
Una forma más sencilla de expresar esta 3ª ley es “para cada
acción existe una reacción igual y contraria” siempre y cuando el cuerpo esté
en equilibrio. Esta forma de explicarlo puede inducir a confusiones ya que se
puede pensar que primero existe una acción y después una reacción como
consecuencia de aquella. Sin embargo la realidad es que se trata de una
interacción mutua y simultánea.
Los
motores cohete son esenciales en el desarrollo espacial ya que impulsan a los
vehículos espaciales en las diferentes etapas de una misión. Existen muchos
tipos de motores cohete, cada uno con características especiales que los hacen
adecuados para distintas aplicaciones, por lo que es importante conocerlos. En
esta ocasión estudiaremos los diferentes tipos de motores, así como su
principio general de operación para entender su utilidad y sus distintas
aplicaciones.
Principio de operación de los motores cohete
Los
motores cohete son un tipo de motores a reacción. Los motores a reacción operan
a partir del principio de la conservación del momentum lineal: que dice que en
ausencia de fuerzas externas, en un sistema cerrado, la cantidad de movimiento
o momentum del sistema es invariable, es decir que se conserva. En un instante
dado, el momentum de un sistema es un vector que consiste en la suma vectorial
de los momenta individuales de cada una de las partículas que lo conforman.
Para el caso más elemental, el momentum de una partícula es el vector que
resulta del producto de su masa por su velocidad. Así, el momentum tiene tanto
magnitud como dirección.

Figura
1. Definición de momentum lineal de una partícula
Un
motor a reacción es un sistema que expulsa masa - y por lo tanto momentum- por
un lado y que, debido al principio de la conservación del momentum, se mueve en
sentido opuesto. Por ejemplo, imaginemos una lancha en medio de un lago y que
arrojamos objetos hacia fuera de la lancha: por el principio de conservación
del momentum, la lancha se moverá en la dirección opuesta a los objetos que lanzamos.
Existen
diferentes tipos de motores a reacción, hay algunos que emplean la materia del
entorno a la cual le inyectan energía para impulsarse, como en el caso de la
turbina de un avión. En ésta, el aire del entorno se emplea además como
oxidante y al mezclarse con un combustible provoca una reacción química que
genera energía térmica que acelera los productos de la combustión. Estos
productos en forma de gases calientes se arrojan al exterior para proporcionar
empuje.
El
motor cohete se caracteriza por no usar materia del entorno para conseguir
empuje, por lo que lleva su propio propelente. Llamaremos propelente a la
sustancia que se expulsa al exterior de un motor cohete y que imparte momentum
en la dirección opuesta. Dependiendo del tipo de cohete, el propelente puede
ser, por ejemplo, una gas como el CO2 que almacenado a presión, se libera para
proporcionar empuje. También son propelentes los gases acelerados producto de
la combustión entre un combustible y un oxidante, y un haz de iones acelerado
por un campo eléctrico. De esta manera, de acuerdo al tipo de propelente, los
cohetes pueden ser químicos cuando usan la energía de una reacción química para
impartir momentum a los productos de la reacción, o eléctricos cuando usan
iones acelerados por un campo eléctrico.También se han propuesto los cohetes
nucleares que expulsan un fluído al que le imparte energía térmica un reactor
nuclear. Cada uno de estos tipos de cohetes tiene ventajas y desventajas, las
cuales definen las condiciones donde es mejor emplearlos.
Hasta
la fecha los cohetes químicos son los únicos que pueden proporcionar de manera
práctica las cantidades de empuje que se necesitan para salir del campo de
gravedad de la Tierra. En contraste, la propulsión eléctrica proporciona
cantidades muy pequeñas de empuje pero tiene otras ventajas que la hacen
apropiada para la realización de maniobras espaciales.
Cohetes químicos
En
los cohetes químicos se realiza un reacción química en una cámara de combustión
que libera energía térmica muy rápidamente y genera gases a temperaturas y
presiones muy altas. Estos gases son entonces acelerados por una tobera y son
expulsados a gran velocidad para producir el cambio de momentum que impulsa al
cohete.
La
reacción química puede ser realizada por una sola sustancia que se descompone
al pasar por una catalizador, o bien al combinar por lo menos un par de
sustancias, -un oxidante y un combustible-, las cuales, al reaccionar
químicamente liberan la energía que acelera al producto de la reacción. En el primer
caso se dice que el cohete es monopropelente, en el segundo, cuando reaccionan
dos sustancias, el cohete se llama bipropelente. En principio pueden existir
motores cohete que combinen más de dos sustancias para proporcionar la energía
que se requiere para generar empuje.
De
acuerdo al estado físico de las sustancias que se emplean para realizar la
reacción química en la cámara de combustión de un cohete químico, los cohetes
pueden ser de propelente sólido, de propelente líquido, o híbridos.
Cohetes de propelente sólido
Los
cohetes de propelente sólido utilizan una mezcla de oxidante y combustible en
estado sólido. La mezcla es generalmente estable a temperatura ambiente hasta
que es encendida por un aumento rápido de temperatura como el proporcionado por
una chispa o una llama; en ese momento la mezcla entra en combustión y libera
la energía que expulsa los gases que imparten momentum al cohete.
Figura
3. Diagrama esquemático de un cohete de propelente sólido
Son
cohetes de propelente sólido los que usan en las ferias y emplean pólvora como
propelente. Para las aplicaciones espaciales, se han desarrollado muchos tipos
de propelentes sólidos y cada uno de ellos tiene sus ventajas en cuanto a
costo, facilidad de manejo, desempeño, etc.
Los
cohetes de propelente sólido tienen la ventaja de su simplicidad, ya que el
compartimiento donde se almacenan funciona como cámara de combustión. Sin
embargo tienen la desventaja de que una vez que se encienden no pueden ser
apagados, por lo que se usan una sola vez. Es por esto que la aplicación
principal de los cohetes de propelente sólido es funcionar como impulsores para
lanzar cargas desde la superficie de la Tierra. Los impulsores de propelente
sólido generalmente proporcionan empujes muy grandes y funcionan como cohetes
auxiliares en los lanzadores en coordinación con cohetes de propelente líquido.
Una
ventaja adicional de los cohetes de propelente sólido es que pueden permanecer
cargados de propelente por largos periodos, ya que, en general, éste no se
degrada con el tiempo. Esto los hace muy atractivos para aplicaciones como
funcionar como misiles en aplicaciones militares.
Cohetes de propelente líquido
Los
cohetes de propelente líquido emplean un oxidante y un combustible en estado
líquido que al combinarse en la cámara de combustión liberan la energía para
impulsar al cohete. Estos cohetes son más complejos que los cohetes de
combustible sólido ya que requieren de sistemas de almacenamiento separados
para el combustible y el oxidante. Asimismo requieren de tuberías, válvulas,
bombas, inyectores y sistemas de encendido, entre otras cosas; sin embargo,
tienen la ventaja de que pueden ser encendidos y apagados múltiples veces y se
puede regular la rapidez con la que expulsa el propelente, lo cual los hace
controlables y les da mucha versatilidad para la realización de maniobras
espaciales.
Un
ejemplo de un cohete de propelente líquido es el cohete alemán V2 utilizado en
la Segunda Guerra Mundial como se nota en la figura siguiente.
Figura
4. Componentes principales de un cohete V2 de combustible líquido
utilizado en la Segunda Guerra Mundial.
El
cohete V2 utilizaba alcohol etílico (etanol) como combustible y oxígeno líquido
(LOX) como oxidante. Al combinarse los líquidos en una cámara de combustión se
genera una reacción que libera grandes cantidades de energía y produce empuje.
El V2 empleaba a su vez una turbobomba impulsada por la energía liberada por
los gases provenientes de la descomposición de peróxido de hidrógeno, para
conducir el oxígeno líquido y el etanol a la cámara de combustión. Asimismo, el
etanol cumplía con la función adicional de enfriar la cámara de combustión al
hacerlo circular alrededor de la tobera del cohete, previo a su ingreso a la
cámara de combustión.
Una
desventaja adicional de los cohetes de propelente líquido respecto a los de
propelente sólido, particularmente los que utilizan sustancias criogénicas como
el oxígeno líquido, es su manejo, ya que los líquidos criogénicos, al estar a
temperaturas muy bajas, se evaporan con facilidad si los recipientes que los
contienen están en contacto con un ambiente a temperatura más alta como el que
existe en la Tierra. Esto hace que los líquidos criogénicos se carguen hasta el
último momento del lanzamiento y que los tanques que los contienen requieran de
válvulas de alivio para evitar que la evaporación aumente peligrosamente la
presión.
Existen
muchos tipos de combustibles que se emplean en los cohetes de propelente
líquido. Ya hemos mencionado el etanol, pero se pueden emplear otros
hidrocarburos, tales como el keroseno y la gasolina. Cada combustible tiene
propiedades distintas como costo, eficiencia, facilidad de manejo, toxicidad,
densidad, etc., que le dan ventajas y desventajas en distintas aplicaciones. El
hidrógeno líquido, por ejemplo tiene la característica de proporcionar la mayor
cantidad de empuje para un flujo volumétrico dado, pero tiene las desventajas
de ser criogénico y de poseer muy baja densidad, lo que requiere de grandes
tanques de almacenamiento para una masa dada, en comparación con otras
opciones.
Cohetes híbridos
Los
cohetes híbridos son un tipo de cohetes químicos en los que uno de los
componentes del propelente, el combustible o el oxidante, se mantiene en estado
líquido para combinarse con el otro componente en estado sólido que reside en
la cámara de combustión. Estos cohetes tienden a combinar las ventajas de los
cohetes de propelente sólido y de propelente líquido, ya que son menos
complejos que éstos últimos y pueden encenderse y apagarse, aunque la
combustión no se puede controlar de la misma manera que en los cohetes de
propelente líquido.


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